"DICHOSA EDAD Y DICHOSOS SIGLOS AQUÉLLOS A QUIEN LOS ANTIGUOS PUSIERON EL NOMBRE DE DORADOS, Y NO PORQUE EN ELLOS EL ORO, QUE EN ESTA NUESTRA EDAD DE HIERRO TANTO SE ESTIMA, SE ALCANZASE EN AQUELLA VENTUROSA SIN FATIGA ALGUNA, SINO PORQUE ENTONCES LOS QUE EN ELLA VIVÍAN IGNORABAN ESTAS DOS PALABRAS DE TUYO Y MÍO"

martes, 15 de diciembre de 2009

Corrales.


Te va a resultar raro, compañero, pero los corrales siempre me han llamado la atención sobremanera. Los encuentro mágicos, sorprendentes y esquivos. Me gusta observarlos a través de la cortina de agua o mientras el sol inmisericorde agujerea sus paredes de adobe, viejos como nudos de encina. En Invierno son fríos y lúgubres, mientras que en Verano desprenden esa aureola mística de lo rural, esa desmedida visión ancestral, parte, de una manera u otra, de nuestra identidad.
Los corrales son inmisericordes, raros, canallas y vetustos. Me siento a gusto en los corrales, pero más en Verano, cuando desprender ese olor a campo, para algunos desagradable, pero sin duda intenso, mezclado con el olor ocre a trigo recién trillado, a fruto de trigo amarillo y dorado, a grano seco. Y es que desde los corrales, los verdaderos, aún se pueden contemplar las estrellas, y como la negra manta se avalanza hacia el horizonte con su cara blanca y claveteada como una sonrisa.

Sin duda, los corrales son más bellos al amanecer que al anochecer, cuando el sol se refleja en sus paredes de barro y caña, aunque ahora incluso con techos de uralita. Bendito progreso que lo barre todo y nos traslada hasta nuestros recuerdos de infancia, a la más paupérrima de las vivencias, pues mis vivencias, compañero valiente, si aún estás ahí,  se condensan en leer a Juan Ramón, o al poeta-cabrero de Orihuela, bajo la sombra de un limonero, oliendo las ráfagas de corral y de espliego, y de romero del monte, que es más fresco en la madrugada oscura, en un patio de adobe y dado de cal blanca, con los ladridos de los perros inquietos o los tintineos de las ovejas dispersas.


(CORRAL)

Llena el alma tuya, llena y llena,
llena de campo, y olores, y trigo,
entre grano, esencia de arena,
tumbareçme y adorarte, contigo,
y contemplar yo la noche serena.
Llena, llena. Tú eres mi testigo
de olores que traigo a espliego,
y a romero, y a amor ciego.

A 26 de Agosto de 2009



lunes, 14 de diciembre de 2009

SOLEDAD. 1ªPARTE


Allá fuera hace frío, pero la nieve que cayó aquella mañana ya ha desparecido bajo las ruedas impías de los automóviles y las pisadas huecas, vacías, estúpidas, de miles de personas que ponen rumbo a su trabajo. Aún no hay tiempo para la reflexión, y menos para el lado poético de estas vidas que se esfuman bajo una nívea capa caída a cuentagotas. No. No hay tiempo aún para nada.
Soledad. Frío. Desamparo. Nunca entendí porque estas palabras -entre otras muchas- pueden causar desaliento. Cuando menciono, en voz baja, la palabra "soledad" siento que se me vacía el alma, y lo encuentro atractivo. "Soledad", "soledad". Puedo provocar en mí un vacío cuando menciono, aunque sea en voz baja, una palabra que nunca, hasta el momento, me atreví a pronunciar en voz alta. Yo creo que soy solitario, aunque de manera inconsciente. Me gusta la compañía, pero me gusta estar solo, y es que hay momentos en los que yo mismo me incomodo. ¿Quién me habrá invitado a reflexionar sobre mis cosas? ¿Somos tan solitarios que despreciamos, a veces, incluso nuestra propia presencia?... y es que cuando más a gusto me siento es cuando estoy en el campo solo, con un folio desatado de furia y doblado en mil caras, con mis palabras, mis frases incongruentes, mis ensoñaciones y mis defectos, con el humo de mi cigarrillo formando cortimas de humo, ocultando mi rostro, y parece que estoy tras una tienda de campaña, o tras una catarata. Soledad es viajar sin uno mismo, andar sin rumbo, solo, hacía nuestros sueño y nuestras pesadillas, errar a ninguna parte sin equipaje, solo un cuerpo inerte, muerto, cochambroso y renquante a través del páramo de la Vida y de la Muerte. Siempre estamos solos, aunque lo neguemos rotundamente una y otra y mil veces más. Siempre Soledad. Siempre. Y si alguna vez te sientes acompañado, eres dichoso, pero desconfía de la compañía sincera, pues la sinceridad siempre fue arma de doble filo.
"Soledad". La palabra en sí es yerma. Está vacía, pero es tan congratulante... Tan estimulante que si la buscas comprendrás por que caprichosas praderas cantarinas caminamos sin sentido. Soledad es volar sin uno mismo, volar el otro sin nosotros, respetar esa intimidad violada de ese otro Yo al que esclavizamos, subyugamos, extinguimos... No seamos dictadores, no impongamos, no infravaloremos, pues ese otro Yo es el que nos corresponderá y el que luchará con espada de samurai, con velocidad de pantera o tigre junto a nosotros en la Vida y en la Muerte. Aprende a estar solo, y podremos jugar a estar ausentes, pues lo que está ausente es lo que esperas, lo que ha huído, lo pasado, pero lo que es tuyo -aún- es el presente. Que Dios nos pille confesados, compañero.

domingo, 13 de diciembre de 2009

De vuelta, espero...


Ha mucho tiempo que no escribía por estos lares. Pero casi prometí volver con el frío, mi aliado siempre, eterno, y publicar una serie -pocos- de poemas que compuse este verano bajo el abrigo tórrido de los campos de mi pueblo, y es que, aunque ame el frío, el Verano siempre será el Verano, con las mañanas de azúl limpio y sofocante y las noches de calor con la ventana del cuartp abierta, oliendo a tomillo, a romero, a cielo raso.

(DÉCIMA-A-LA-ENCINA)

Arrugada y anciana,
te sobrecoges al viento,
tras breves movimientos,
suaves en la mañana, 
todo es sentimiento.
¡Amiga, alegre y robusta!
en tus raíces te escribo,
y a las alondras asustas
tanta rabia que ofuscas
acallando tu derribo.

             A 18 de Agosto de 2009



(RETAMA-AL-CIELO)

Motitas verdes sencillas plagadas,
campos amarillos por mi amados,
lenguas de fuego alargadas,
lloro duelos de brotes quebrados.
Raíces por males, ¡envenenados!
al ancho cielo querría ascenderos,
con Ángeles cobijo y resguardo,
y que os rezara el largo campo pardo.

lunes, 12 de octubre de 2009

Si sigues ahí, vuelvo en estos días de falso Verano...

martes, 26 de mayo de 2009

Los individuos tristes.


Don Concepción siempre va ataviado con un viejo gabán que conoció mejores tiempos allá cuando reinaba su católica majestad Alfonso XIII, jovenzuelo putero, borracho y fumador, más dado a los coches veloces y deportivos y a los desfiles militares que a dirigir los destinos de una patria, acaso imperial, ya desfallecida. Se paseaba muy cuco calle Alcalá arriba, que es la más querida por los madrileños, con un nardo en la solapa, que no conjuntaba mucho, que una manola le había colocado mientras le intentaba sisar la cartera. Pero don Concepción, que parecía haber salido de un cuadro de Zurbarán, y que odiaba al alcohol y a las mujeres con ese odio que destilan unos ojos grises y violetas cuando llovía, era un individuo gris, pobre y sin un cuarto con el que tomarse un cafelito con leche. Mientras paseaba, ensimismado en sus asuntos y sus gestiones de trabajo de oficinista, irradiaba ese aroma, ese tufillo incontestable de los esperpénticos personajes cóncavos en la calle del Gato, plagado de suciedad, mierda y amor vacío que hacía incontestable cualquier pensamiento irracional. Lo peor de los personajes como don Concepción, el oficinista viejo, asmático y cansado era que habían nacido para ser individuos tristes, pero en esta vida, y él lo aceptaba con mal disimulada resignación, tiene que haber de todo, oiga.

lunes, 25 de mayo de 2009

La deuda de los canallas.



Si te digo la verdad, hace un tiempo que empecé a aborrecer a Arturo Pérez Reverte. Le veía como a un escritor de baratijas protegido por su papel de ex corresponal de guerra y disfrazado de tipo duro al más puro estilo Eastwood, pero hace poco, cuando terminé una interesante lectura de Raúl del Pozo, otro atrapa balas especializado en conflictos del desierto -hay que ver lo que da de si la antigua Mesopotamia-, comencé a leer, no muy convencido, una de las primeras obras del navegante murciano -navegante por eso de su pasión al mar- titulada El maestro de esgrima. Tengo que confesarte que me sorprendió. Y me sorprendió de forma grata. Tal vez le tenía mal conceptuada y caí en en error -craso error- de calificarle y juzgarle desde el punto de vista personal y no desde las bases de su trabajo como escritor. Me sentí algo miserable, algo ruín y algo, pero solo algo, canalla, y recordé al momento esos buenos ratos pasados con el capitán Alatriste y esa España de muros derruida que decía Quevedo, y que no era otra cosa que la abyecta y obtusa España de los Austrias vagos. El capitán Alatriste inculcó en mí, en cierto modo, esa pasión por la Historia de nuestro país cuando todos éramos católicos y todos íbamos a misa, incluso alguno había por ahi que escuchaba tres o cuatro diarias -léase Felipe II, el Rey Austero-. El capitán Alatriste y su fiel Íñigo me hicieron pasar tardes memorables frente al mar Mediterráneo, sonriendo bajo la cálida brisa de las costas de Cádiz. No he escrito ésto para justificar el trabajo de Pérez Reverte, ni mucho menos, pero sí empujado por esa deuda que tenía contraída con él desde hace años. Hoy creo que la he saldado. A partir de ahora podré juzgarle a mi antojo. O eso espero. Que el Señor os proteja.

lunes, 18 de mayo de 2009

Volvemos a AMANECER.


Siento no haber escrito nada durante los últimos meses, pero es que cuando uno se encuentra en una playa como la de la imágen la escritura incomoda más que el tráfico en La Castellana en hora punta... obviamente es mentira y el motivo de mi prolongada falta no es otra que mi secuestro por parte del despiadado estudio. En breves me pondré al día. Un abrazo a todos y a todas, y aquí os tiendo, amistosamente, mi pluma.

Alberto.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Que Dios te bendiga, imbécil.

Decía la gran figura del Novecentismo Ramón Gómez de la Serna, Ramón, como gustaba que le llamasen, que aburrirse es besar a la muerte, con esa exactitud metafórica propia de las greguerías, que al fin y al cabo no eran más que la suma de la metáfora y el humor. Pero también decía San Juan de la Cruz, el tonsurado abrumado por el misticismo, natural de la muy noble villa abulense, árida y seca ella, de Fontiveros, que pongamos amor donde no hay amor y sacaremos amor; después de reflexionar, no mucho, culpa de los exámenes que sobre mí se lanzan -¡cobardes!-, me pregunto si besar a la Muerte, donde suponemos no hay amor, donde inquirimos que no hay nada, si besar a esa Nada es el aburrimiento, y la verdad es que yo no recuerdo si antes de nacer me aburría o no. También decían los jóvenes luchadores del Mayo francés, siempre bajo la capa o el manto de papel de Sartre, que el aburrimiento es contrarrevolucionario, como contrarrevolucionaria es la incultura que en estos aciagos días nos asfixia y, a pesar de muchos, nos determina. Soy de los que opinan, que no del bando, porque en mi vida he pertenecido a ninguno, que el aburrimiento es una invención fruto de las mezquinas mentes de hombres malvados. El aburrimiento no existe, y si existiese, habría que abolirlo, por ser éste la principal arma contra la meditación, contra la reflexión, contra la culturización.
El aburrimiento es el caballo de Troya de retorcidas materias grises, que inofensivas se cuelan en nuestra retaguardia y, cuando menos lo esperamos, nos asestan el golpe mortal, cuyo síntoma más claro es la inacción, que finalmente te conduce, sin dilación, sin remedio, a la indiferencia. Con esto intento manifestar mi rechazo a la mentalidad que se ha apoderado, como el caballo de Troya, en la juventud. Sí, se que soy un pelma, pero no cejare en mi empeño de denunciar esta barrabasada, esta inminente derrota. Ayer, mientras asistía a clase de Literatura y me deleitaba con la magnífica poesía del gran Antonio Machado, leyendo la entrevista que Gerardo Diego le hace para su famosa "Antología", al llegar al punto donde confiesa Machado que sus aficiones son leer y pasear, el compañero ubicado a mi lado me dirige una cómplice mirada, mitad canalla, mitad risoria. Yo le devolví una mirada esclarecedora y dejó de sonreir sarcásticamente. Entendió que entre sus motos y sus discotecas y los paseos y lecturas de Machado prefiero, indudablemente, las aficiones del segundo. Creo que tras éste capitulo, capítulo indiferente, anecdótico, irrelevante, entenderéis cuan es mi decepción por una mayoritaria porción de juventud, jóvenes como yo, que no muestran ni el más mínimo agrado -¡agrado!- ni el más mínimo respeto por nuestro genios. Si la juventud no está muerta, está agonizante, está exhalando suspiros mortecinos, como cortinillas de niebla insípida, está exhortando desgarradores gritos y lamentos que se hunden en ese mar de pasmosa indiferencia, y lo peor es que no la han asesinado, sino que ella misma se ha suicidado, no con cicuta como Sócrates, ironía de la vida, condenado por corromper a la juventud, sino como Jimmy Hendrix, ahogado en sus propios vómitos. Será que la cicuta es sólo muerte para Sabios, pero a mí sólo me queda decir: "Que Dios te bendiga, imbécil."

martes, 3 de marzo de 2009

De como se puede odiar la idiosincrasia española y a la vez amarla.


Critico mucho este país en el que vivo. Lo critico constantemente y a culaquier, o casi cualquier suceso, frase, acción que afirmo con rotundidad, o niego con aún más rotundidad, hago mía la boca del gran Catón a la más vetusta manera. "Delenda est Cartago". "Delenda est Hispania". España debe de ser destruída; la actual España, despojo de ese mundo mágico que fue Iberia, Hispania, Al Ándalus. La que fue cuna de mentes tan ilustres como Miguel de Cervantes, Ramón y Cajal, de feroces guerreros como Viriato, los mercenarios hispanos, aguerridos de melena al viento que con su sangre del Norte regaron los campos de Germania, los almogávares, cuyos gritos aún resuenan en el viento de Atenas y envuelven la Acrópolis, los Tercios que vagaron por mares de fuego, sangre por todo el mapa europeo por causas justas o menos justas. Los numantinos, que doblegaron en orgullo al más vasto imperio antiguo. Ahora España es el paraíso de lo cutre, de lo chabacano, de la telebasura, del Gran Hermano, del Diario de Patricia, de la corrupción inmobiliaria, de la incultura, de los políticos torpes e irresponsables. El país de la fiesta, de las orgías alcohólicas desenfrenadas, de los Torrentes, de las putas televisivas. Puede parecer que todas estas enumeraciones vayan ligadas al carácter español, pero me niego a que se las una, se las identifica con la identidad española, con la idiosincrasia, valga la redundancia, porque si no, yo no soy español e incluso podría plantearme que en un país cuyo máximo referente televisivo sea un programa donde buitres se avalanzan sobre carnaza yo sobre. Yo estorbe. Pero aún no he expuesto que puntos, a expensas de lo expuesto, aún me ligan a la idiosincrsia española. Los he resumido en tres, y no ha sido muy difícil, por ardua tarea que parezca. Yo los denomino los tres sacramentos que aún me aunan a la identidad ibérica.

El primero es el idioma. Considero el castellano un idioma bello, el latín del desierto, como dijo un famoso filólogo, creo recordar del siglo XIX y del cual no recuerdo el nombre. El castellano fue el idioma del imperio en el que nunca se ponía el sol, el idioma en el cual Cervantes concibió y escribio a nuestro Ingenioso Hidalgo, noble caballero que aún no se ha prostituído, aunque hace unos años, en su cuarto centenario lo intentasen, y que aún anda vagando sobre Rocinante por las estepas manchegas mientras Sancho frecuenta esos pérfidos lupanares sitos en la Carretera de Andalucía.

El segundo sacramento es la dieta, el yantar, el que se puede degustar aún en mesones y casas de piedra, o de adobe, o bajo un robusto olivo o enrevesada encina, contemplando los vastos campos de la ancha Castilla, al fondo las cumbres pardas, moradas, amoratadas de la Sierra de Guadarrama y de Gredos, cuyos picos aún están salpicados de la nívea sustancia, identidad del Invierno. Una mesa de madera, caldos, pan de trigo, viandas, vinos rojos, como sangre de la tierra, dulces de tradición grotesca. La mesa española siempre ha sido austera, vieja herencia de los Austrias que dominaron medio mundo, pero a su vez exquisita. Gracias, american way life por ultrajar, por violar nuestras identidades.

El tercer, y por ello último sacramento es el de la tauromaquia. Sé que entre mis más habituales lectores una inmensa mayoría son acérrimos defensores de los derechos de los animales. Yo, aunque suene algo irónico, también lo soy. Tampoco soy un retrógrado, un fascista, como podéis haber ido averiguando y deduciendo de mis textos, de mis escritos. Tampoco soy un sanguinario individuo que se excita al ver el sufrimiento animal, pero, irremediablemente, la tauromaquia es la esencia que más hondo a aunado la identidad española. Si alguien quiere entender la historia española, ésta es como una corrida de toros, porque conjuga todas nuestras señas, orgullo, lucha, pasión, todas nuestras esperanzas, el indulto, la gloria, y todos nuestros fracasos, sufrimiento, angustia, Muerte. El espectáculo taurino puede amarse, puede aborrecerse, pero ante todo debe respetarse, porque nuestra Historia se resume a treinta minutos de lucha, de pasión, de orgullo, de humillación y de Muerte, además de ser un rito ancestral que está, irrevocablemente, condenado a la desaparición. Debemos mentar, también, que no hay rito ancestral ni moderno tan cargado de un simbolismo erótico tan clarividente como es la fiesta de los toros, esencia que también se enlaza con nuestra Historia, plagada de valientes mujeres anónimas, de retorcidas y ambiciosas reinas, de amantes y queridas que eran tema cotidiano en mentideros de cualquier ciudad.

La idiosincrasia española ha muerto. ¡Larga vida a la identidad española!





(*) La foto corresponde a la obra titulada "Gregorio el Botero en Sepúlveda", obra de Igancio Zuloaga, que retrató pueblos y campesinos castellanos, visiones de una Castilla ruda, austera, con pinceladas donde se reflejan la miseria y las tradiciones más nuestras. No sé por qué, siempre me emociono contemplando esta obra. Ahora sé que es por lo expuesto anteriormente.

jueves, 26 de febrero de 2009

La conjura de los necios.


Hoy encabeza la entrada de este artículo, como título, la expresión que dice "la conjura de los necios" y me perdone John Kennedy Toole desde allí donde esté por plagiarla, aunque con benevolencia y enorme admiración, el título de su obra mestra, el título de un paladín de la novela del siglo pasado, pero es que no encontré otro encabezamiento mejor o más adecuado para las conjeturas que hoy, lector anónimo, voy a expresar. Dicho ésto, comienzo a exponer toda mi crítica y por ello pongo mi cabeza encima del papel, pues escribir siempre fue oficio de valientes, oficio de luchadores, oficio de denunciantes, al modo de Dostoievski en su magistral "Crimen y Castigo" y como Raskolnikov, me dispongo a eliminar a la vieja usurera, alegoría de la vieja burgesía en la Rusia del Zar, como alegorías también pintaba El Greco desde su casa en el Barrio Judio toledano, y es que es encender la televisión, esa caja tonta que nos absorve e incluso que nos humilla, y es venirse el mundo a los pies, y más si la enciendo -rara vez ocurre ésto, casos aislados- en horario de tarde. No veo más que bazofia. Sí, es cierto, soy un quejica, un llorón, critico todo, pero es que me repele sobremanera esos programas del corazón, de cotilleo, esa telebasura infame que pudre las mentes de aquellos que la ven. No entiendo como alguien en su sano juicio puede dedicar un ápice de su tiempo, que es oro, a ver estos bodrios salidos de la más retorcida mente, de la más retorcida personalidad. Y menos entiendo como personas que se dicen mentalmente sanas, o más bien se consideran, pueden acudir de público o para acaparar unos minutos, instantes, de ¿gloria? en estos programas salidos de la sinrazón, en estas orgias de chabacanería, mal gusto y falta de decencia.

Hoy descargo toda mi ira en este artículo, porque es el mejor sitio donde descargarla, para que otros, al menos, sepan lo que siento respecto a éstos programas, lo que siento respecto a esos personajillos que se hacen llamar personas humanas y que venden hasta la última gota de su intimidad por treinta monedas de plata. Pero, puestos a reflexionar, quién fue más humano que Judas, al que llamaban Iscariote.

martes, 10 de febrero de 2009

Dos poemas y una reflexión


Anoche se apoderó de mi el insomnio y simplemente para entretenerme compuse estos dos poemas, género que no es mi fuerte pero que me fascina, y una extraña y corta reflexión que hoy comparto con lo que me leáis. Prometo estudiar a fondo éste genero para que mis pensamientos abstractos se deslicen entre los versos y mis inquietudes salten rima a rima...




I.

Me siento perdido,

pero soy feliz,

aparta de mi ese cáliz,

en mi lecho herido,

recuerdos que perturban mi sueño,

escenas nítidas,

fragmentos pequeños,

de mi mente aún no han salido,

humo que flota perdido,

entre los secretos que te enseño,

una cortina se forma,

y vislumbro tu lágrima amarga,

pesadillas a mi ente retornan,

estaré muerto en vida,

la llama se apaga.





II.

Siento ansias de gritar,

angustiado, en mi nido blanco,

de sábanas que giran enfurecidas,

como un torbellino

hacia un barranco,

donde al vacío y sin miedo,

caen millones de vidas,

van millones de sueños,

una brizna de aire por mi ventana,

todo noche,

que apaga la mañana,

que me acerca a los ojos tu veneno,

de recuerdos, de nuevas visiones,

de luchas cual carro de heno.


09/II/2009. Me voy autorrealizando, me voy formando como individuo con inquietudes, estoy encontrando el camino. Hoy me siento feliz, pero es una felicidad extraña y confusa...



lunes, 9 de febrero de 2009

EL ESPECTRO DE LA CRISIS


El concepto "crisis" engloba tantos, tantísimos factores, que no sería adecuado enumerarlos todos, por lo menos hoy. Pero estaréis de acuerdo conmigo en que la palabra crisis es el vocablo de moda. El espectro de la Crisis se avalanza sobre el Planeta Azul mostrando su blasfemo rostro a una sociedad atemorizada. Que desilusión nos llevaríamos si averiguáramos que el demente y espasmódico Espectro de la Crisis, que bate sus alas encaramado a la torre de Isengard no es más que un empleado, explotado, de las grandes sucursales bancarias y las multinacionales que nos ahogan. Mas yo creo que no ando lejos de la realidad, pero a lo mejor no es politicamente correcto el decir lo que se piensa.

Crisis. Si os soy sinceros, es una palabra que siempre me ha llamado la atención, que me ha atraído y que, a lo largo de los años, la he hecho mía, por eso, estos días, meses, que mi amada palabra ha estado en boca de todos me he sentido un poco celoso, un poco extraño. ¡Cómo osáis maltratar, despreciar así a una palabra tan bella en sentido y forma que expresa de manera tan rotunda el estado natural del ser humano! Se que algunos no estaréis de acuerdo con esta afirmación, pero lo cierto es que el ser humano siempre estuvo en crisis, llámese crisis económica, crisis existencial. El estado del individuo siempre pasa por el polo negativo antes que por el positivo, siendo éste, más que nada, una contrarrevolución gestada para que, en ésta vida, por lo menos podamos disfrutar instantes fugaces de felicidad, de alegría, de vida. Pensar en crisis es pensar en esperanza, esperanza como rayo de luna a través de una cortina de humo, como rocío al amanecer o confundirlo con tus lágrimas. No. El individuo nunca fue un ser racional... ¿A qué llamamos ser seres racionales?¿Al progreso que hemos conseguido a través de los tiempos? ¿A las distintas corrientes de pensamiento que hemos elaborado? Sí. Pero ahora miremos a África, a Palestina, a Asia, la infinita, donde, según Gironella, se muere bajo las estrellas. Miremos la cara de un niño palestino, su mano enganchada fuerte, que no agarrada, a la de su madre, inundada en lágrimas. Fíjate en su mirada. Esa mirada refleja el pánico, pero dentro de unos años reflejará el odio. Podemos mirar hacia otro lado, ignorarlo, ¡no! no ha pasado nada, pero eso no quiere decir que el Espectro abandone esos desiertos de muerte e injusticia que los que se autodenominan el primer mundo han gestado. Podemos mirar avergonzados al suelo, pero tengo por supuesto que la espectral sombra del Espectro de las Miles de Crisis del Mundo y de su Historia se reflejará en el suelo. Hace mucho que el ser humano dejó de ser racional. Aún no sé si lo fue alguna vez.

martes, 20 de enero de 2009

Algunas conclusiones acerca de lo reflexionado días atrás.


A veces las personas pensamos que somos indestructibles, y es ese pensamiento el que, irremediablemente, nos conduce a la autodestrucción. Entonces es cuando percibimos lo equivocados que estábamos. Ese pensamiento de ser indestructibles, ese concepto, siempre irá tiznado con considerables dosis de autosuficiencia y de arrogancia. Sus síntomas son claros. Excesiva confianza en nosotros mismos. El antídoto a utilizar en estos casos suele ser la reflexión y la autodeterminación. También ausentarnos con nuestros más preciados hobbies, como pueden ser la lectura, la música, los paseos por la ciudad o por el campo, y en casos extremos el deporte. Siempre es bueno liberar adrenalina mediante unos chutes de 100 metros a sprint, aunque yo cada vez me siento más incapaz. El tabaco hace lo suyo, obviamente. Si me sincero con vosotros, a mí, perosnalmente, lo que más me libera de mis problemas cotidianos, sean serios o menos serios, siempre será la música y unas canastas de baloncesto. También hablar con los amigos puede ayudar, pero a mí no me libera especialmente de la problemática diaria, semanal o mensual. Tampoco recomiendo el alcohol, pues a partir de unas cuantas horas, por las cuales resbalan vasos y más vasos del licor ámbar en la barra de una bar, sueles ver la vida de un modo más agresivo, y lo que es más peligroso, más fácil. Resumiendo, el alcohol no es un compañero honesto.

En cambio, cuando tengo un problema que me carcome la cabeza hasta que me duele, soy incapaz de mantener una lectura seria. Me es realmente imposible y es que las letras bailan ante mis ojos mientras yo vuelo hacia esos mundos de venganzas, sueños rotos y sueños por cumplir. Una prueba más de que el hombre no es indestructible. Una prueba más de la estupidez del ser.

También es cierto que los problemas es mejor afrontarlos en compañía fiable y capaz que de modo solitario, aunque conozco personas valientes que afrontaron la batalla de los problemas serios de modo solitario, sin compañía, cuerpo a cuerpo con diversos y múltiples enemigos y salieron magullados, aunque victoriosos. Es innegable la valentía, la perspicacia y el heroismo de algunas personas. Aunque éstas sean una especie en extinción en la actualidad.

El mundo ya no es un lugar seguro.

Pero es el único lugar que tenemos para ser felices, y por lo menos, si somos valientes, hay que intentarlo.


miércoles, 14 de enero de 2009

INVIERNO.


Cuando me he levantado hoy una espesa niebla se había apoderado de la Ciudad y lo primero que pensé fue en lo precioso, y su vez cruel, que es el Invierno. No me puedo quejar, pues mi personalidad algo romántica ama estos extraños fenómenos que ya plasmó en sus versos Espronceda o en sus pinturas Caspar David Friedich, cuya obra "El caminante sobre el mar de nubes" siempre me impresionó.

Nieve, lluvia, niebla, frío... el lado feroz y misógino de la Naturaleza nos lo muestra el Invierno de forma cruda, real y cruel. Pero no creamos que el Invierno es mentiroso, porque el Invierno, en mi opinión es la estación romántica, la estación de los recuerdos, de las imágenes inolvidables, de las montañas con las cumbres nevadas y de los carámbanos, largos y afilados, que ya gotean. Es la estación del vendaval, de la furia romántica que precede a esa calma que es la Primavera.

Es el momento de contemplar por la ventana y pensar acerca de la vida, del amor, de la felicidad, de nosotros, de ellos, de los demás... es el momento de escuchar la caída de la lluvia y de la nieve, una ruidosa, otra suave, de observar la luna rodeada de nubes, que se avalanzan sobre ella como soldados lujuriosos se avalanzarían sobre una princesa derrotada en su lecho de sábanas blancas, con un estilete. Todos esos momentos tiene su cabida en el Invierno, y más, amigo, si te gusta escribir, porque es el momento de tomar un café, con un chorrito de brandy los aventureros, encender la calefacción, echarse una manta gruesa por encima de las entumecidas piernas, y ponerse a escribir. Y así, gracias al Invierno, viajaremos a través de los desfiladeros que separan los párrafos y disfrutaremos de ríos de tinta amarga.

martes, 13 de enero de 2009

Where is the love?


Últimamente escucho música para todo. Éste año, que mi jornada de estudios se ha visto desplazada a la tarde, me encargo un poco de las tareas domésticas para así ahorrar un poco de trabajo a mi madre, que yo creo que me agradece. Rebuscando en las carpetas de música de mi ordenador, me encontré con ésta maravilloso tema, titulado "Where is the love?", del grupo musical americano de hip-hop, originario de Los Ángeles, California, Black Eyes Peas, hip-hop llamativo mezcla de pop y soul, cuyo letra está escrita por los integrantes del grupo y Justin Timberlake. Habla acerca del gobierno estadounidense, el racismo, la intolerancia, la codicia y la guerra. Aquí os dejo la letra traducida, esperando que os guste, pues en mi opinión no tiene desperdicio y además resume muy bien el contenido de mis anteriores post.


"¿Dónde está el amor?"


¿Qué es lo que está mal en el mundo, mamá?

La gente vive como si no existieran madres.

Pienso que el mundo tiene adicción por este drama,

solo traída por cosas que hagan traumatizar al resto.

Tratamos de acabar con el terrorismo en el extranjero,

pero tenemos terroristas viviendo con nosotros,

en USA, con la gran CIA,

con los Bloods and The Crips y el Ku Klux Klan,

pero si tan solo tienes amor para tí mismo,

lo único que haras será dar pie a la discrimanación,

y la discriminación solo genera odio.

Y cuando odies, te pondrás furioso,

si maldad es lo que demostráis y es así como trabaja la ira,

tío, tienes que tener amor para seguir el camino recto,

toma el control de tu mente y medita,

deja tu alma gravitar hacia el amor.

Gente matando, gente muriendo.

Los niños heridos y tú oyéndolos llorar,

¿Puedes cumplir aquello que prometes?

y poner la otra mejilla.

Es siempre lo mismo, pero cambiado de forma,

si el amor y la paz son tan fuertes,

¿por qué hay trozos de amor que no encajan unos con otros?

Los países tirando bombas,

gases químicos llenando los pulmones de la gente,

con éste sufrimiento en desarrollo,

mientras la juventud muere,

asi que pregúntate a tí mismo si el amor se ha ido,

y yo me podré preguntar qué es lo que ha ido mal,

por qué en este mundo en el que vivimos

la gente solo mira para sí mismo,

tomando decisiones equivocadas,

mirando solo por su propio beneficio ecónomico,

sin respetar a los demás,

rechazando al hermano.

Una guerra se está destando,

pero la razón está guardada en secreto,

al igual que la verdad, barrida bajo la alfombra.

Si nunca llegas a saber la verdad,

nunca conocerás el amor.

¿Dónde está la verdad? No sé

¿Dónde está el amor? No sé

Siento el peso del mundo sobre mis hombros,

a medida que me hago mayor la gente se vuelve más fría,

la mayoría de nosotros tan solo

nos preocupamos de conseguir dinero,

el egoísmo nos lleva por el camino equivocado,

información falsa,

propaganada a través de los medios de comunicación,

imágenes negativas son el criterio generalizado,

infectando la mente de los jovenes más rapido que una bacteria,

los chicos quieren actuar igual

que lo que ven en el cine,

Oye, ¿qué ha sido de los valores humanos?

¿qué ha sido de la imparcialidad y de la

igualdad?

en vez de propagar amor,

propagamos rencor,

carencia de entendimiento,

deshaciendo la unidad de la gente,

ése es el motivo por el cual a veces me siento deprimido,

ése es el motivo por el cual a veces me siento acabado,

pero voy a mantener mi fe despierta

hasta que encuentre el amor...




P.S Mientras escribo ésto en mi ciudad está nevando... Me siento lleno, pues escribir y ver nevar es una de esas sensaciones que me calman. Espero que ésta tarde, cuando vaya a estudiar, pueda ver a niños haciendo muñecos de nieve, y entoncés entenderé por qué lo último que se pierde es la esperanza.




P.P.S El tema os lo podéis descargar de la red o bien escuchar mediante Youtube. Es famosísimo, así que si lo queréis oir, no creo que tengáis problemas para encontrarlo.


Un abrazoooo!!



alberto!




lunes, 12 de enero de 2009

Anábasis de una vida joven y la homosexualidad de Tintín


Anábasis es término un tanto confuso que significa "expedición" y que generalmente se refiere a dos obras cumbre de la literatura universal como son la Anábasis de Jenofonte o Anábasis alejandrina, escrita por Flavio Arriano y que narra la vida de Alejandro Magno. Hoy le intentaré dar un tercer significado y por eso encabeza éste artículo.

Ayer ya descargué un poco de la ira que venía acumulando desde hace unos meses y la verdad es que me encuentro mejor. Debo confesaros que yo soy un poco impulsivo y de vez en cuando tengo estos arrebatos, que tampoco me preocupan lo más mínimo, ya que me liberan y me determinan como lo que soy, una persona normal. También debo confesaros que estos ataques de rabia derivan de lo asqueado que estoy por todo lo que os expuse ayer y algunas cosas más de mi vida íntima, y es que a lo mejor no soy tan normal como creo. Sí, definitivamente, creo que soy un bicho raro, pero con sus pros y sus contras. Tampoco me preocupa, porque ésta es la esencia de lo que nos hace ser únicos y a veces, incluso, nos hace destacar entre esa masa heterogénea que llamamos sociedad (¿?) .

Anábasis de una vida joven. El próximo abril cumpliré veinte años y reflexiono sobre todo lo que he vivido. No puedo quejarme ni mucho menos. Tengo una familia estupenda, buenos amigos, una vida holgada. También tengo problemas, me he llevado muchos chascos y decepciones con gente, amigos, amigas o novia. He tenido momentos de euforia y momentos de soledad, momentos que apuraba y momentos que no acababan nunca. Momentos únicos. Momentos desesperados. Y es que la vida es un momento.

Anábasis de una vida joven, y es temprano para decirlo, pero cuando asistes a las desgracias de este mundo sientes que la juventud se está llendo por la puerta de atrás. Miras la infancia como un momento ajeno a todo, como un pequeño jardín de las delicias en el cual tú eres el protagonista y la imaginación es tu mundo, imaginación infantil pervertida por esos otros pederastas como son los videojuegos, las videoconsolas... Pederastas pervertidos que además pervierten la mente del niño o niña, que les sumen tempranamente en este mundo asqueroso donde gana el más competitivo, donde el pensamiento es una mera anécdota, un reducto.

Recuerdo que cuando era un niño me encantaba echar carreras con mi hermano, montar en bicicleta -esto aún me sigue encantando-, tirarme globos de agua en verano en el pueblo y llegar a casa empapado esperando la regañina de mi abuela y la sonrisa de mi abuelo. También me gustaba escribir, pero me daba vergüenza decirlo. Tenía miedo de que me conceptuaran como un bicho raro, cosa que ahora me da exactamente igual. También me gustaba mucho la historia y sus anécdotas, sus recovecos, me parecía un mundo apasionante y cuando mis padres me llevaban al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial o al Alcázar de Segovia se apoderaba de mí una enorme ilusión, un gozo indescriptible, que aún se repite si casualmente voy a parar por allí.

Ahora me encanta la lluvia, como ya os dije. La niebla misteriosa de la mañana. La bruma. Tumbarme en el campo, sobre un colchón de hierba y espinas que se clavan, encenderme un cigarro y mirar al cielo, sin pensar en nada, o pensando en algo poco importante. También me gusta mucho la ropa, para que os voy a engañar, quizá me esté aburguesando un poco...

Pero esto, todas estas reflexiones que con vosotros comparto son las que me hacen especial y todas las reflexiones que leo en otros blogs son las que hacen especiales al que las escribe, y eso me anima, el saber que hay gente que aún disfruta de las misma que yo, y las vive con la misma pasión que las vivo yo.


En cuanto a la homosexualidad de Tintín, es curioso el estudio que ha llevado a cabo la BBC al respecto y si se lee detenidamente, es verdad que la inclinación sexual de Tintín es clara e inequívoca, aunque debo deciros que yo siempre me olí algo... En definitiva, es mi primer héroe gay y no por eso voy a dejar de deleitarme con sus historias y ahora, si me perdonáis voy a hacer como Tintín en esta foto, agarrar rápidamente mi abrigo y salir a darme un paseo y a deleitarme con una preciosa mañana, a solas con las frías y enormes llanuras de las cosas que me inquietan.

domingo, 11 de enero de 2009

Un perro andaluz ...


Enciendo la televisión y los israelíes han invadido Gaza. Una mujer muere apuñalada por su marido. Tres "porteros" de discoteca matan a base de golpes a un chico de mi edad. Desmantelada una red de policías que traficaba con prostitutas y cocaína. Una patera no ha llegado a su destino. Perecen ahogadas veinte personas.

Entonces es cuando apago la televisión y cominezo a escribir, porque es lo que mejor se me da. Un folio en blanco, un boli Pilot de punta fina si puede ser y la soledad del incomprendido son mis tres armas. No escribo de nada en concreto, sino de lo que pienso en ese momento, como estoy haciendo ahora... A veces siento que las musas no me son del todo fieles y entonces es cuando me encuentro más solo, más perdido, más desorientado. A veces me gustaría gritar de rabia, golpear con furia lo que se me ponga delante. Pero luego reflexiono, controlo mis impulsos y me siento orgulloso de pensar como pienso, de ser como soy. No entiendo la locura del mundo, porque no entiendo como hay gente tan egoísta que es capaz de matar civiles inocentes por ser más y más millonarios. No sé como hay gente capaz de estafar a otras personas, aprovechándose de la buena voluntad de éstas. A veces entiendo menos el mundo y siento que me estoy descolgando de éste. Tampoco me arrepiento, porque nunca reiré las gracias a los matones de la clase, simplemente porque me parecen una panda de payasos. No entiendo como hay gente que compra un perrito en Navidad y en verano va a la calle. No entiendo la incultura, pero lo que realmente me enrabieta es que se rían de la cultura. Cuando sucede ésto es como si me diesen una puñalada en el alma.

Cada vez más siento que no entiendo a las personas de mi edad, una juventud muerta, adormilada, sin metas, sueños, nada que les incentive, y ésto me duele porque yo formo parte de esta juventud acomodada, de ésta juventud necia que los poderosos han creado para manipularla a su antojo. Sal de fiesta, porque sino nunca serás guay, no leas, porque eso es de pringaos, no respetes a tu profesor, así serás el más chulo y cuando camines por el pasillo de tu instituto todos querrán ser como tú. No te culturices. ¿Para qué quiero saber yo de obras, escritores, hombres que han hecho historia? Eso no me sirve de nada en los botellones y borracheras de fin de semana. Eso no sirve para ligar, ni para ser guay, tronco, ¡es que no te enteras o qué!

Todo ésto que os digo es lo que veo día a día, y por eso hoy, en éste post, lo vuelco todo, todo lo que siento, lo que veo, lo que me da lástima, pena, rabia... Os preguntaréis porq qué éste título para éste artículo. Simplemente es por rememorar un cortometraje muy antiguo de Buñuel y Dalí a modo de reconocimiento, para que vean que yo aún sí me acuerdo de ellos.