"DICHOSA EDAD Y DICHOSOS SIGLOS AQUÉLLOS A QUIEN LOS ANTIGUOS PUSIERON EL NOMBRE DE DORADOS, Y NO PORQUE EN ELLOS EL ORO, QUE EN ESTA NUESTRA EDAD DE HIERRO TANTO SE ESTIMA, SE ALCANZASE EN AQUELLA VENTUROSA SIN FATIGA ALGUNA, SINO PORQUE ENTONCES LOS QUE EN ELLA VIVÍAN IGNORABAN ESTAS DOS PALABRAS DE TUYO Y MÍO"

lunes, 20 de octubre de 2008

Saviano


Saviano es un hombre valiente.
Aunque las osadías siempre suelen costar caras, en el caso de Roberto, escritor italiano que ha denunciado en su libro "Gomorra" los brutales y salvajes métodos de la Camorra napolitana, ha salido más cara de lo habitual. Las amenazas de muerte se suceden y ha tomado la decisión de marcharse fuera de Italia ante el miedo de que la Camorra cumpla sus amenazas, algo que parecía seguro si no se llega a descubrir el atentado que se pepetraría contra su persona antes de estas Navidades.
Saviano es un hombre preso de su obra.
La fama, y más si se consigue denunciando las maldades de los poderosos siempre es peligrosa. En el caso de Roberto, peligrosísima. Saviano, actualmente, vive en un exilio interior.
Su obra ha roto su vida y es imposible renunciar a la fama que le ha hecho preso de su propia obra.
Gracias a Dios, o a quien haya que dar las gracias, todavía existen en el mundo hombres y mujeres valientes como Roberto Saviano, que plantan cara, denuncian y luchan contra toda la mierda que hay en el mundo y que impide que todo vaya mejor. Esa mierda es la que tiene el poder, a esa mierda la ampara el dinero, la corrupción y la justicia.
Gracias Saviano. De verdad muchas gracias.

2 comentarios:

Lydia dijo...

No conozco a este escritor. A ver si lo leo, me gustan los hombres integros, valientes, libres. Y si habla de la mafia, aún más ya que las historias de mafia me gustan. Gracias por hacerme conocer a este escritor.

Un abrazo,

AlbertoEstévez dijo...

Saviano, actualmente es la valentía personificada.

Gracias por tu comentario Lydia, siempre es un placery un honor saber que alguien se interesa por lo que escribes.

P.D. Entendiendo por valentía no el invadir un país, sino denunciar a los poderosos aún sabiendo las mínimas posibilidades de cambiar el mundo.